Recorriendo Córdoba, Argentina- La Mar Chiquita, Miramar
También conocido como Miramar de Ansenuza, esta zona cuenta con una laguna de agua salada que se conecta con las salinas de Santiago del Estero, llamada la laguna Mar Chiquita.
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
Situada en el noreste de la provincia de Córdoba, esta localidad hotelera es un gran atractivo turístico y mueve una gran cantidad de gente, sobre todo en verano. Diversos hoteles, un casino y museos para visitar, a parte de la posibilidad de poder pasar la tarde relajados junto a la laguna, la cual esta bordeada por un paseo peatonal adornado con palmeras.
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
En la localidad esta la posibilidad de alquilar/ rentar bicicletas, en un lugar cercano a la terminal de colectivos. Cuando preguntamos por candados para las mismas, una mujer del lugar nos dijo que no las necesitaban, ya que la gente de allí es muy respetuosa con aquel medio de transporte y es usual ver bicicletas sin dueño en la calle, esperando que el mismo regrese a buscarla. Según los vecinos y por experiencia propia, podemos afirmar que en temporada baja la localidad es muy segura y cálida para los viajeros que se acercan.
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
Miramar se caracteriza por sus paisajes y por su variedad de especies de aves que se pueden observar, llegando a encontrar flamencos durante septiembre / octubre.
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| Miramar, Cordoba, 2014- Ph: Julieta Garcia JG- |
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
La localidad de caracteriza por su historia y sus leyendas, debido a inundaciones debido a crecidas de la laguna, destruyendo parte de las edificaciones de la ciudad. En 1977, la inundación que destruyó gran parte de los edificios, provoco una migración de la población. Gradualmente, la ciudad se fue reconstruyendo y poblando de nuevo, relocalizandose y tomando medidas para una futura crecida de la laguna.
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
De esto sucesos, el Gran Hotel Viena, se transforma en un atractivo turístico principal para los visitantes, ya que fue un hotel fundado en 1941 y presentado como uno de los mejores hoteles con mayor confort en esa época, recibiendo a muchas personalidades. Este hotel fue uno de los edificios afectados por la crecida del 77 y su interior junto con sus ruinas se han transformado en museo. Recomiendo recorrerlo con guía, ya que el lugar cuenta con muchas historias para ser contadas, desde personajes reconocidos visitándolo hasta fantasmas recorriendo sus pasillos. Un imperdible de la localidad.
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| Gran Hotel Viena, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
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| Gran Hotel Viena, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
Además, en Miramar, pueden encontrar un museo fotográfico, donde podrán conocer mas profundamente la historia del lugar; y un museo de Ciencias Naturales que cuenta con muchas curiosidades a pesar de su pequeño tamaño.
Conocer la Mar Chiquita es una experiencia única, ya que es un oasis de agua salada en una provincia sin mar y llena de ríos de agua dulce. Vale la pena pasar por lo menos un día en sus playas, sintiendo la espuma del agua entre los dedos, conociendo a su gente y su comida. Sin duda, un punto turístico de la provincia que se puede calificar de imperdible para los amantes de la historia y de la naturaleza.
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
LA LEYENDA DE ANSENUZA
Era hermosima la diosa del agua, que habitaba en su palacio de cristal del Mar de Ansenuza (nombre indígena de la Mar Chiquita). Pero era una deidad cruel y egoísta, pues la única ofrenda que la volvía propicia era el primer amor de los mancebos.
Se cuenta que un día vio llegar a la costa del lago, que era entonces de aguas dulces, a un príncipe indio malherido en la guerra. Tristemente le sonrió a la diosa, lamentando no poder sobrevivir para admirarla.
Ella quedó suspensa como sacudida por los rayos cósmicos, por vez primera el embeleso del amor conmovió su alma. Pero pronto sucumbió a la desesperación al comprender el destino de su amado.
El cristalino espejo del agua se convulsionó. Un trueno como un largo lamento estremeció el cielo y las nubes lloraron con su diosa. El mar se convirtió en un furioso caos durante un día y una noche.
Al amanecer, el joven se encontró en la playa. Sus heridas habían sido cicatrizadas y al abrir sus ojos vio la increíble transformación que se había obrado en la naturaleza. La playa era blanca y las aguas se habían vuelto turbias y saladas.
Atónito el joven, como en niebla rasgada por un tenue rayo de sol recordó a la hermosa mujer que le acariciaba cuando se le iban cerrando los ojos.
Ahora se sentía sano y sus nervios tensos estaban sedientos de algo.
Comenzó a avanzar por el agua, alejándose cada vez más de la costa como si un imperativo lo impulsara. Cuando el agua llegó a su cintura comenzó a nadar. A nadar?... No, no nadaba, flotaba simplemente.
Era como si unos brazos femeninos, con dulzura, penetrándole por la piel bronceada le acariciara el alma. Y siguió nadando, hasta que un tenue rayo rosado del amanecer lo fue transformando en el frágil flamenco, guardián eterno del amor de la diosa del mar.
Desde entonces las aguas de Mar de Ansenuza son curativas.
Amorosamente curativas.
(Extraído de un trabajo de Marcelo Montes Pacheco)
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
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| Mar Chiquita, Miramar, Cordoba, 2016- Ph: Julieta Garcia JG- |
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